El melón piel de sapo se caracteriza por su color verde más o menos oscuro, a veces con manchas, forma alargada y elevado tamaño, que oscila desde 1,5 a 3 kg de peso.
Son melones bastante alargados, en ocasiones con piel rugosa y con cierto grado de escriturado; el color de la pulpa es verde y de consistencia crujiente.
Entre sus propiedades destaca la capacidad revitalizante, embellece la piel y el cabello, fortalece los huesos y dientes, protege las mucosas de todo el organismo, aumenta la líbido, mejora el aprovechamiento proteínico, capacidad antioxidante, protector solar por el contenido en vitamina A y beta caroteno.
Se suele comer crudo, en macedonias de frutas, ensaladas, postres, e incluso junto con jamón.
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