
La lavadora de fruta consiste en una mesa con ejes provistos de distintos recubrimientos (cepillos, donuts) que provocan el desplazamiento de la fruta debajo de tres tipos de aplicadores. El primer aplicador dispensa una mezcla de agua y jabón. El siguiente aplicador, provisto de boquillas, suministra agua limpia que aclara los frutos que mientras tanto han sido cepillados por los rodillos inferiores. El tercer aplicador insufla aire sobre los frutos que son desplazados por ejes con aros de látex (“donuts”). La superficie del látex, tipo esponja, escurre la fruta por fricción y este trabajo se completa con el aire que aplican los ventiladores superiores. Un conjunto de rodillos de acero situado por debajo escurre los rodillos de látex.