Específicamente, los sistemas de nebulización son ideales para corregir los problemas asociados con temperaturas altas y niveles de humedad bajos.

El sistema de air fog se compone de una bomba de agua y un compresor de aire diseñados para trabajar a baja presión. Mezclando los dos fluidos en boquillas de paso ancho para evitar obturaciones.
Cuando se usa en un ambiente controlado, como un invernadero, el air-fog refresca inicialmente para, con el tiempo, aumentar y mantener los niveles de humedad hasta la saturación.
El air-fog hace disminuir la temperatura a través de la evaporación en un proceso muy simple. El agua exige una energía de evaporación (600 calorías de calor por gramo de agua). Cuando la niebla se evapora, el intercambio de
energía se convierte en reducciones de temperatura.
En semilleros se alcanzan rápidamente porcentajes de humedad superiores al 90% y en producción se pueden bajar las temperaturas hasta 15ºC en función de los factores climáticos existentes en la zona.
La gran versatibilidad del sistema air-fog permite adecuar mediante reguladores el tamaño de gota deseado de forma que su utilidad se extiende, además del control climático, al campo del tratamiento fitosanitario, ahorrando la inversión en instalaciones de fumigación, mano de obra, producto y evitando el riesgo que conlleva la aplicación manual.