La característica más relevante de Monte Carlo es su color en invierno y su densidad en primavera, produciendo una espesa alfombra que permanecerá erguida pese al uso frecuente incluso en campos deportivos.
Profesionales del césped disfrutan de las ventajas del crecimiento controlado de Monte Carlo lo que se traduce en pocas siegas y reducidos costes de mantenimiento.
En recientes ensayos de la universidad y de NTEP este cultivar ha demostrado buena resistencia al Leaf Spot, Stem Rust, Stripe Smut y Dollar Spot, así como buena tolerancia al calor y la sequía.