La red tridimensional ha adquirido gran importancia en el mundo de las vivencias de los niños. Los niños quieren trepar y mirar desde lo alto, experimentar "la altura", les encanta exponer su cuerpo a oscilaciones.
La red tridimensional se convierte en un mirador, en la vigía de un buque pirata, en el circo de la fantasía. La amplia estructura de redes es un magnífico lugar para jugar a cogerse. Se brindan juegos donde se desempeñan diferentes papeles. Y sobre las cuerdas fuertemente tensadas se puede saltar como en un trampolín y suspenderse en ellas o hacer ejercicios de gimnasia. Implementos adicionales como casitas, asientos y superficies de descanso, memebranas de salto tensadas y puenetes oscilantes conectados.