Roqueta de mar. Un gustazo de municipio

En Andalucía en la costa de Almería, rodeado de un entorno natural privilegiado se encuentra el municipio de Roquetas de Mar. Situado a los pies de la Sierra de Gador sobre extensas salinas y dunas de arena, este lugar se ha convertido en el destino turístico más importante de la provincia de Almería.

Si bien el turismo es actualmente la principal fuente de ingresos, no ha sido siempre así. Las primeras actividades de sus habitantes fueron la pesca y la extracción de sal, de salinas como la de San Rafael formadas a causa de la fuerte evaporación producida por las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones.

En nuestros días, una extensa área de invernaderos indica también un notable desarrollo de la actividad hortícola. Esta coexiste respetuosamente con un espléndido paisaje natural y nace allá por el siglo XVIII cuando habitantes de pueblos cercanos, pescadores en su mayoría, se asientan en su dominio roturando luego estas tierras salinas. Hacia 1950 pequeñas comunidades de viviendas fueron habitadas por agricultores llegados desde los empobrecidos pueblos alpujarreños.

El crecimiento de la población acentuado por el correr del tiempo, amplió la urbanización hasta la periferia del municipio. Actualmente este se compone de seis núcleos poblacionales a saber: Aguadulce, Campillo del Moro, El Parador de las Hortichuelas, Cortijos de Marín, Las Marinas y El Solanillo.

A la luz del auge turístico de las costas de Málaga y Alicante, los pobladores de Roquetas de Mar dotada de un excelente clima, supieron explotar sus costas visualizando el camino hacia un futuro próspero que la realidad actual confirma. Estas magníficas y variadas playas de aguas limpias, transparentes y con una temperatura que prolonga la temporada, ofrecen diversas alternativas de ocio que satisfacen distintas preferencias.

Entre los espacios naturales de Roquetas de Mar se destaca el Paraje natural de Punta Entinas - Sabinar que incluye la Reserva natural del mismo nombre y se localiza entre El Ejido y Roquetas de Mar. Es un conjunto de dunas y charcas cercanas al litoral mediterráneo que proporciona un hábitat apropiado para numerosos biotipos vegetales y animales.

Dentro de los vegetales predominantes se encuentra la sabina suave, Juniperus phoenicea, de la cual deriva el apelativo del lugar: Sabinar. En el fondo marino descubrimos plantas como la Posidonia oceánica, que forma verdaderas praderas en las profundidades del Mediterráneo constituyendo un factor de desarrollo y sostenibilidad de su biodiversidad. A este paraje pertenece la Playa de Cerrillos y en ella el buceo a través de sus Posidonias tiene un encanto especial. Posee también una importante riqueza ornitológica pudiendo realizarse avistamientos de aves, flamencos entre otros.

El Ayuntamiento de Roquetas de Mar lleva adelante un Sistema de gestión del uso público en playas, brindando buenos servicios y garantizando a través de la protección de la diversidad biológica y del cuidado de la calidad del agua de mar, la conservación de este espacio.

Roquetas de Mar es un lugar pintoresco, que conserva el encanto de su pasado de pueblo de pescadores y su tradicional subasta de pescado, con calles y casas donde el período musulmán dejó su huella y ofrece al visitante una gran variedad de actividades tanto en el terreno del ocio como en el de la cultura.

Su gastronomía también con influencia árabe, cuenta con la ventaja de un abastecimiento local en hortalizas, frutas y productos del mar, que asegura la frescura y calidad de sus platos. La cocina de Roquetas de Mar satisface los más exigentes paladares.

Entre los atractivos históricos encontramos el Castillo de Santa Ana reconstruido en el año 2001, antes conocido como el Castillo de Las Roquetas, edificado en la época nazarí durante la fortificación del lugar junto con la Torre de Espartos y la Torre vigía de Cerrillos.

Para completar su atractivo, existe una programación continua de eventos, exposiciones y conciertos en distintos escenarios como el Palacio de Exposiciones y Congresos, el Auditorio de Roquetas de Mar y también el Castillo de Santa Ana.

En Roqueta de Mar el invierno pasa de largo. Sus puertas están abiertas para visitarlo o quedarse. El Mediterráneo y el sol hacen lo demás.